Las ondas radioeléctricas y el mundo moderno
Se puede establecer que los inicios de las radiocomunicaciones comienzan con los primeros experimentos realizados a finales del siglo XIX. El profesor ruso Alejandro Popov envió y recibió una señal inalámbrica a 600 metros de distancia. En forma simultánea, Guillermo Marconi en Gran Bretaña, obtenía los mismos resultados.
A partir de la primera experiencia, Popov instaló una estación terrestre y otra en un crucero ruso, comunicando así a éste con la costa, mientras que Marconi enviaba la primera señal radioeléctrica transatlántica entre Inglaterra y EEUU en 1901.
La expansión de la radiotelegrafía se dio, en principio, para las comunicaciones de socorro de las embarcaciones. A partir del siglo XX se comenzó a instalar este tipo de equipos en buques transatlánticos.
En 1906 se realiza la primera Conferencia Radiotelegráfica Internacional en Berlín donde se firma el Convenio Radiotelegráfico Internacional, en el que se establece el principio de la intercomunicación obligatoria entre tierra y los barcos en alta mar. Asimismo, se implementa el primer reglamento de la telegrafía inalámbrica, conocido hoy como Reglamento de Radiocomunicaciones. En el mismo año, el canadiense Reginald Fessenden efectuó la primera radiodifusión de voz humana.
En la actualidad se observa que a través de las comunicaciones radioeléctricas se realizan aplicaciones innovadoras que han transformado al mundo y a las forma de comunicación y de producción, sentando las bases de un mundo inalámbrico. Los sistemas de radiocomunicaciones se han vuelto parte de en nuestra vida cotidiana: teléfonos móviles, sistemas de alarmas, auriculares inalámbricos, equipos de interconexión de redes de uso doméstico o de oficina, sistemas de posicionamiento radioeléctrico, sistemas de transporte inteligentes como por ejemplo, los sistemas de control de peaje y los sistemas de prevención de colisiones. También los automóviles inteligentes con radares -y otros sistemas inalámbricos-, la teledifusión por radio y televisión, los sistemas de comunicaciones de emergencia y de alerta en caso de desastres, los sistemas de comunicaciones para la seguridad pública, la defensa y muchos más.
Los sectores productivos encuentran en los sistemas de identificación por frecuencias radioeléctricas (RFID) formas de identificar sus productos, lo que permite realizar una trazabilidad de los mismos.
En Argentina, los servicios de radiodifusión sonora provienen de 1920 y la televisión se inició con la primera transmisión realizada el 24 de septiembre de 1951 por LR3 Canal 7. De esta manera, la República Argentina se constituyó en el segundo país del continente americano en iniciar las transmisiones televisivas. En el mismo sentido, la televisión color llegó al país a fines de la década del ´70, más precisamente el primero de junio de 1978 y desde 2010 cuenta con el sistema de televisión digital abierta.
Pero lo más impactante de esta revolución de las comunicaciones inalámbricas es el crecimiento exponencial de la telefonía móvil.
Un ejemplo contundente de la revolución inalámbrica es el increíble crecimiento de las comunicaciones móviles desde que se instaló el servicio por primera vez. En 1990 sólo existían aproximadamente 11 millones de abonados móviles en todo el mundo mientras que actualmente ya son 8 billones. La telefonía celular comenzó a operar en Argentina a partir de 1989. Fuente: Ericsson Mobility Report.
Internet abrió un mundo de posibilidades y el acceso en forma inalámbrica a la misma es una herramienta invalorable en el aula, en la oficina, en el hogar, y clave en nuestro proceso educativo.
El desarrollo de las telecomunicaciones inalámbricas ha potenciado el desarrollo de la humanidad aumentando la productividad, favoreciendo el acceso a la información y al conocimiento desde cualquier lugar, democratizando más a las sociedades y favoreciendo la inclusión social, ahí la importancia del espectro radioeléctrico.